Gracias a estas exhibiciones podemos admirar la elegancia y armonía que son capaces de mostrarnos estos animales tan nobles.
Esta disciplina nos muestra el adiestramiento del caballo por el que el jinete consigue que obedezca todas sus órdenes.
La doma es una actividad complicada que requiere muchas horas de esfuerzo y dedicación, con el objetivo de mostrar el físico y los movimientos más bellos del caballo.
En la doma, la compenetración entre caballo y jinete es esencial para mostrar un perfecto equilibrio y una sensibilidad extrema.
El objetivo de esta doctrina es que el caballo sea totalmente sumiso y tranquilo.
La historia olímpica de la doma clásica data de 1912, aunque no fue hasta 1952, año en el que se permitió participar en esta disciplina a tanto hombres civiles como a mujeres, que se hizo extensivo este deporte.
En la competición de Doma Clásica se deben realizar una serie de movimientos con una secuencia preestablecida de antemano en un texto conocido como “reprise”.
Las pruebas de doma clásica tienen lugar en una pista blanda de
Tres jueces evalúan los movimientos del equino, penalizando cuando se pasa de determinado tiempo límite o se cometa algún error.
Para conseguir la perfección, y por tanto, la máxima belleza en esta disciplina, es necesario un duro entrenamiento, además de mucha paciencia por parte del jinete.
El jinete conseguirá la perfección con exactitud y equilibrio, cuando el caballo obedezca con calma, sin resistencia ni confusión.
En esta disciplina se pueden realizar pruebas por quipos e individuales. Una de las reglas en este deporte es que el caballo tenga más de seis años de edad. En la competición, está prohibido utilizar vendas o protectores.
En este deporte pueden participar tanto hombre como mujeres, pero el vestuario debe ser frac de color oscuro, con sombrero de copa y guantes blancos.
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